a papá

Ayer te pensé todo el día. Y fui directo a tus fotos, aunque sin la tristeza de otras veces. Se me ocurre que si estuvieras, los dos nos hubiésemos detenido en ésta. Es la que mejor te pinta, no es así? Preparando el asado del domingo -¡el más rico del mundo!- con la pipa en la boca todo el tiempo que duraba el fuego (esa era mi sensación). Sabés que puedo sentir el olor a tabaco? No cambio por nada el tiempo juntos, pero no te lo puedo negar, me hiciste mucha falta papá. Fue tanta cosa junta! en algún momento sentí que no podía. No tengo una palabra que pueda definir todo lo bueno que me dejaste. Ni una palabra que resuma cuánto te necesité.